Marek Holecek y Tomas Petrecek vuelven al CB tras diez días a 7.300 m en el G1
Los alpinistas checos iniciaron su ataque a la cumbre del Gasherbrum I en estilo alpino y por una nueva ruta el 7 de agosto. Después de más de una semana acampados a 7.300 metros con mal tiempo, regresaban al campo base ayer 18 de agosto. Han sido más de diez días en la cara suroeste del Gasherbrum I (8.080 m), lejos de las comodidades del campo base y expuestos a unas condiciones meteorológicas desfavorables, con frío y nevadas. Marek Holecek y Tomas Petrecek han apurado al máximo sus opciones de cumbre en el Hidden Peak, aunque finalmente han tenido que rendirse a la evidencia y han regresado de nuevo al campo base.
No aclaran si esperarán una nueva oportunidad para intentar cumplir sus sueños o no. El objetivo era abrir un nuevo itinerario en la cara suroeste en estilo alpino. Un objetivo que Marek Holecek intentaba por tercera vez, después de verse obligado a darse la vuelta a 7.600 m y a 6.800 m en sus expediciones de 2009 y de 2013, respectivamente. Un objetivo que hace dos años acabó con la vida de Zdenek Hruby, quien fallecía a causa de una caída.
Ataque largo y paciente
Marek Holecek y Tomas Petrecek partieron del campo base, situado a unos 5.000 metros de altura, el pasado 7 de agosto. Las previsiones no eran perfectas, aunque los dos alpinistas esperaban que fueran suficientes para lanzarse a su apasionante aventura. Sus planes contemplaban que necesitarían unos siete días para completar la ascensión y descender de nuevo hasta el campo base.
Esa primera jornada llegaron hasta el campo base avanzado (5.600 m) y los dos días siguientes continuaron progresando. El 10 de agosto anunciaban haber llegado hasta los 7.300 metros, después de un esfuerzo titánico de 17 horas. El 11 de agosto señalaban que todavía estaban acampados, esperando que el mal tiempo les diera un respiro, que en ese momento auguraban para el día 13.
Su siguiente comunicación, sin embargo, fue del 15 de agosto. Aquel día explicaban que todavía estaban a 7.300 m, luchando contra unas condiciones meteorológicas deleznables. Las temperaturas caían hasta los -30ºC por la noche, y un viento enfurecido amenazaba con hacerles volar con la tienda incluida. Sin embargo, todavía mantenían esperanzas de hacer cumbre.
Finalmente, anoche llegaba la confirmación de que habían optado por abortar el ataque y regresar hasta el campo base. El mal tiempo se mantiene en la parte alta de la montaña. Ambos se encuentran bien.