Marek Holecek y Matej Bernat, enorme apertura en alpino en Sura Peak, 6.764m
Una durísima apertura en el alpino en el corazón del Himalaya: Marek Holecek y Matej Bernat, nueva vía en la cara noroeste del Sura Peak, 6.764mEl Sura Peak es una montaña de 6.764m situada en el corazón de Nepal, entre el Chamlang, el Everest, el Ama Dablam y el Baruntse. Los alpinistas checos Marek Holeček y Matej Bernat acaban de conseguir alcanzar su cumbre, en un intento de tirón y en estilo alpino, a través de su cara noroeste. Y, todo apunta, también hay muchas posibilidades de que Holecek consiga su tercer Piolet d'Or.
Han permanecido 4 días en la muralla; el día 19 anunciaban que se había terminado la espera y se ponían en marcha, ayer día 24, en la mañana europea, avisaban de que habían alcanzado la cumbre y se disponían para finalizar el descenso, y hoy comunican que ya se encuentran en el campo base, y que han llamado a la vía “Simply beatiful”.
Ya intuían lo que se iban a encontrar antes de partir. “ El Sura combina un espectáculo maravilloso y helado: monolitos de hielo surgen del glaciar, recordando a una falda plisada, y una zona extraplomada de roca cruza la pared. Será la clave. La línea de subida es muy clara, pero es terrible”.
Una línea que, afrontando mayores dificultades técnicas, esquivaba un corredor con una inquietante tendencia a recoger todas las avalanchas de la pared. Algo que sería un problema si se elegía esa ruta, pero que evitaba problemas si se desechaba.
"Hoy ha sido el infierno en vida"
Y lo que se encontraron, desde luego, no ha sido menos de esperado. Ya el primer día, tras encontrar una cueva en la que vivaquear, anunciaban que sus manos y pies estaban congelados, y ellos muy cansados. Pero la cosa empeoró más adelante y, al alcanzar la banda rocosa, Holecek resumía la experiencia con una frase lapidaria: “Hoy ha sido el infierno en vida”. Las principales dificultades se centran en ella y, a pesar de que, más mal que bien, consiguieron superarla, un gran peso pendía sobre ellos: ¿dónde iban a pasar la noche?
La elección no fue fácil. Solo pudieron tallar una plataforma inclinada que les tiraba, irremediablemente, a un abismo de 1 kilómetro. Consiguieron colocar un tornillo de hielo que sostenía su tienda, y a todo el interior, incluido ellos, colgando “como una bolsa de basura. Dos personas en la bolsa que solo quieren salir de ahí lo más rápido posible”. Para completar, sprays de nieve les azotaban desde las canales superiores.
Todo llega, hasta esa tan deseada salida. Al día siguiente, por la tarde, después de una gran batalla con la roca, “por fin pude ver la salida en hielo hasta la cumbre. Pero nuestro momento de gozo se vio turbado por el viento y la nevada que llegó. Nos dimos toda la prisa que pudimos, pero la nieve que se pegaba a todo y el frío acabaron con nuestra última reserva de energía”.
No era el único problema: todo indicaba a que iban a tener que repetir un vivac similar a la de la noche anterior. Pero la suerte estuvo de su lado: “150 metros bajo cima, vimos un serac y una cueva. Simplemente un milagro en ese largo de hielo vertical. Hoy dormiremos como reyes y mañana, si el tiempo lo permite, llegaremos a cumbre y tendremos la gran visión de todo el Himalaya central”.
Y así fue. Tras despertar con todo totalmente helado, y luchando contra el frío, partieron. “Ya no teníamos ni ese deseo, pero significaba la vuelta a la vida. Y, de repente, ya no había nada más alto. ¿Estábamos en la cima del Sura Peak? ¿Alegría? Difícilmente lo describiría así. ¿Qué esperábamos? Conozco bien la sensación: cansados, helados, y con la imagen de un descenso brutal ante nosotros. Pero también, todo el Himalaya en la palma de nuestra mano: a mi izquierda, mi querido Chamlang. Más allá, el Baruntse, la pared negra del Lhotse, el Cho Oyu, la pirámide del Pumori, el Ama Dablam y, al sur, docenas de picos”.
11 horas después, “tropezando como robots, con la lengua hinchada, suspirando por una gota de agua, a la luz de los frontales, con las piernas como una muñeca de trapo, y cayendo sin control sobre el mar de piedras”, llegaban al campo base.
“Quedan recuerdos duros y dolorosos, ganados con esfuerzo. Pero también dulces caricias con la idea de dos locos celebrando su éxito. Esta historia queda para siempre inscrita en la cara NO del Sura Peak, con el nombre de “Simply Beatiful”.
24/06/2023 11:59